Fijan a un padre un régimen de visitas a sus hijos, vía internet


Vive en Francia y reclamaba contacto con sus tres niños que están en Córdoba. Una nueva ley permitió acelerar un acuerdo ante la Justicia, en el que participó por teléfono.

Villa Dolores. En los Tribunales de Villa Dolores se sustancia un juicio que hubiese sido imposible sin una nueva ley provincial promulgada en enero, y que sólo Córdoba puede mostrar en el país. Un ciudadano francés, residente en París, reclama vincularse con sus tres hijos, que viven en la cordobesa región de Traslasierra con su madre y con quienes había perdido el contacto. Para ello participa telefónicamente en las audiencias, representado por la asesora letrada de los tribunales locales.

En pocas semanas, un plazo récord para los habitualmente extensos tiempos de estos conflictos, se ha logrado fijar un régimen de visitas virtuales (por la distancia), de comunicaciones y de intercambios que favorecen el derecho paterno al vínculo y el de los niños a reconocerse con su progenitor.

“En esta materia, Córdoba es pionera; es la primera provincia argentina que cuenta con una ley de este tipo, y en toda América latina sólo Uruguay tiene una similar. Se priorizan la celeridad y los derechos fundamentales de niños, niñas y adolescentes”, precisó a La Voz Graciela Tagle de Ferreyra, especialista y autora de la ley 10.419 de Procedimientos para la Restitución Internacional de Menores, que fue sancionada por unanimidad el pasado 21 de diciembre.

Primer caso

Fuentes judiciales explicaron que el caso de Traslasierra comenzó a tramitarse el 15 de marzo de este año, y el 12 de abril ya tuvo una primera resolución: permitir que el padre francés se comunicara a diario con sus tres hijos residentes en la jurisdicción de Nono. Se trata de dos varones de 10 y de 5 años, y de una nena de 7. Los tres nacieron en Buenos Aires y hace algún tiempo se trasladaron a esta zona serrana, donde la madre trabaja en un complejo de cabañas.Hace más de una década, el trabajador francés M.B. conoció en Buenos Aires a L. G. La joven pareja vivía en una localidad del Gran Buenos Aires, hasta que, luego del nacimiento de los tres niños, se separaron.

M.B. volvió a París. Al poco tiempo, y buscando una salida económica, L. G. se mudó con sus niños a Traslasierra, donde un familiar le ofreció un trabajo.

Desde entonces, el hombre perdió contacto con sus hijos. Se presume que la madre no habría intentado alejarlos de él.

M.B. acudió al Estado francés a solicitar que se le restituyera por vía judicial el contacto con los tres menores. Fue entonces cuando funcionó por primera vez esta nueva ley cordobesa que tiene como autoridad de aplicación al Ministerio de Relaciones Exteriores.

Por un acuerdo de 2016, el juez civil de los Tribunales de Villa Dolores, Carlos Ligorria, era quien debía ocuparse del caso, por razones de cercanía geográfica con el caso.

“La ley es positiva, es lo más conveniente para cada parte; antes no habíamos tenido en esta zona un caso similar”, señaló Ligorria. En su despacho se concretó la audiencia, en la que M.B., desde Francia, participó telefónicamente.

“El hombre propuso hacer instalar en el domicilio de sus hijos un sistema de internet que le permitiera comunicarse con ellos mediante Skype, ofreció además cumplir con su cuota alimentaria y enviar una computadora tipo tablet para ver a diario a sus hijos”, explicó Tagle de Ferreyra, conocedora del caso.

Por su parte, la progenitora se comprometió a gestionar un espacio físico en el que los niños puedan recibir a su padre en caso de un eventual viaje de este a Argentina. De acuerdo con lo estipulado, M.B. podrá comunicarse con sus hijos entre las 17 y las 20 de lunes a viernes, y en cualquier horario de los fines de semana.

Tagle de Ferreyra destacó la actuación del juez Ligorria y de Cecilia Heredia, asesora legal de los Tribunales, que representó sin costo al ciudadano francés. “Interpretaron muy bien los principios de la ley, y actuaron con celeridad, que es lo más importante en estos casos, y apelando a la tecnología disponible”, precisó.